sábado, 4 de enero de 2014

UN PESIMISTA DEL GOL

Pasaron las fiestas y la palabra PAZ estuvo en todos lados. 

Desde hace unas semanas, estamos en el parate de verano sin nuestro bendito fútbol y quedaron muchas cosas que nos dejó este 2013. 

Cuantas veces escuchamos en la previa de un partido sea cuál sea su relevancia, la frase: “tengamos un partido en paz”. 

Y saben una cosa, uno a esta altura y con tanta agua corrida bajo el puente, ya no tiene muchas esperanzas. Perdón por el pesimismo pero se siente así. 

Tiene que haber sido en el 2002 aproximadamente (no tengo ganas de googlear la fecha) cuando en cancha de Ferro, me tocó relatar un River – Chacarita. Eran mis primeros meses como relator profesional, por lo que las ganas estaban a flor de piel. 

Hubo incidentes en una de las tribunas y la policía los descomprimió con gases lacrimógenos; como estábamos en los pupitres y al aire libre en la altura, los gases no demoraron en llegar a nosotros y la verdad que fue desesperante, no podíamos hablar, fue muy complicado seguir. 

Cuando nos recuperamos hice una editorial encarnizada sobre la violencia, los barras y el accionar de.la policía, fue tan duro que me trajo algunos problemas. 

Desde ese día hemos pasado por mil situaciones similares y hemos escuchado y realizado mil editoriales más. Y todo sigue igual. 

Es más, leí por ahí, que el 2013 fue el año que más víctimas fatales hubo relacionadas al fútbol.

Por eso y mucho más, van estas palabras. 

Tenemos un fútbol donde pocos desatan desastres o tragedias. 
Tenemos un fútbol en el que hay connivencia entre los delincuentes, el poder político, la policía y el poder judicial. 
Tenemos un fútbol en el que pagan justos por pecadores a la hora de poder organizar algo en serio. 
Tenemos un fútbol en el que se funden instituciones y nadie va preso. 
Tenemos un fútbol en el que hay pocos ricos y muchos pobres. 
Tenemos un fútbol en el que no se denuncia nada y el que asume un puesto importante no investiga al que dejó empobrecido a la institución. 
Tenemos un fútbol corrupto y en el que "el pan y el circo” son usados para embrutecer más a la gente. 
Tenemos el fútbol que nos merecemos. 

Ahora los invito a que cambien la palabra FÚTBOL  por la palabra PAÍS. 

Tranquilos, yo lo hago por ustedes. 

Tenemos un país donde pocos desatan desastres o tragedias. 
Tenemos un país en el que hay connivencia entre los delincuentes, el poder político, la policía y el poder judicial. 
Tenemos un país en el que pagan justos por pecadores a la hora de poder organizar algo en serio. 
Tenemos un país en el que se funden instituciones y nadie va preso. 
Tenemos un país en el que hay pocos ricos y muchos pobres. 
Tenemos un país en el que no se denuncia nada y el que asume un puesto importante no investiga al que dejó empobrecido a la institución. 
Tenemos un país corrupto y en el que "el pan y el circo” son usados para embrutecer más a la gente. 
Tenemos el país que nos merecemos. 

En un país tan mal educado y tan futbolero, es imposible disociar a este deporte de la sociedad. 

Ven porqué creo que esto no va a cambiar tan fácil?. 

Dios quiera viva, para estar frente a un micrófono y hablar solo de FÚTBOL, solo de eso. 




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